Cuidados de la gaita
Para mantener la gaita en óptimas condiciones en el tiempo hay que intentar evitar los cambios bruscos de humedad y temperatura.

RECOMENDACIONES DE USO

Al sacar la gaita del estuche comprobar que el ajuste de todas las piezas sea el correcto. De no ser así, lubricar las juntas tóricas que lo requieran con el tubo de vaselina proporcionado. Antes de empezar a soplar, retirar toda la saliva del interior de la boca. El buen rendimiento sonoro de la gaita acabará dependiendo de ello. El uso de los nuevos filtros de sopletes diseñados en el taller, ayudarán a contener y evacuar el exceso de humedad con comodidad y rapidez. Además de contribuir a incrementar el tiempo de estabilidad de la afinación. Al terminar de tocar se debería secar la humedad que se haya acumulado tanto en el interior del soplete como de su asiento. Limpie el sudor de las partes expuestas, especialmente del puntero. Desmonte el roncón por la unión entre la prima y la tercia y recoja la gaita en el estuche. Considerar siempre las condiciones ambientales del lugar donde se vaya a tocar o donde se vaya a dejar la gaita reposar. Si se toca en exteriores, no someter el instrumento a largos periodos de exposición al sol. Y en el caso de hacerlo en interiores, no tocar ni dejar la gaita reposar cerca de cualquier tipo de fuente de calor. Si la gaita se va a tocar al aire libre hay resguardarla siempre en caso de lluvia. Los acabados externos de las maderas lo agradecerán, así como la estabilidad dimensional de las diferentes piezas del instrumento. No obstante, si se mojara habrá que secarla lo antes posible con una bayeta de microfibra o paño de algodón que no suelte pelusa. Poner especial atención a que la gaita no reciba golpes o rozaduras. Al margen de las posibles roturas, pueden contribuir a la aparición de rajas o fisuras en las maderas o adornos.
No dejar nunca la gaita en el interior de un vehículo sin ser plenamente consciente del grado de temperatura que puede llegar a acumularse en su interior, en función de la época del año. Los cambios bruscos de temperatura y humedad pueden llegar a ocasionar graves desperfectos a la gaita, (fisuras, grietas, torceduras, etc.). Si hubiera que extraer el puntero de su asiento, para hacer algún ajuste en la payuela, no coger nunca por la campana, ya que podría resquebrarse. Es la pieza más delicada de la gaita, al ser muy larga y con poco grosor en la zona superior. Para hacerlo correctamente, conviene colocar una mano en el asiento, y la otra, en la parte superior del puntero, lo más cerca posible de la otra mano que está cogiendo el asiento. Recordando que en su interior, en el extremo superior del puntero está la “delicada” payuela, habrá que sacarlo muy despacio longitudinalmente y en sentido horario o antihorario. Es decir, hay que conseguir extraerlo sin que la payuela toque el interior del asiento, ya que podría dañarse. Si la gaita fuera a dejar de sonar habitualmente, es conveniente desmontar todas sus piezas, retirando incluso las juntas tóricas para que no pierdan su elasticidad. Retirar las cañas (payuela y payón), introduciéndolas en un bote opaco de tamaño apropiado, y acolchándolas en su interior, por ejemplo, con algodón. Si la gaita incorpora un fuelle de gore-tex con cremallera, abrirla para que se evapore la posible humedad restante. Por último, envolver todas las piezas -por ejemplo, en una toalla-, separándolas convenientemente, para que no se rocen entre sí, y guardar todo en el estuche. Lógicamente, el estuche deberá de almacenarse en un lugar con condiciones ambientales estables.

CONSEJOS INICIALES PARA QUIEN ESTRENA NUEVA GAITA

Tocar la gaita rutinariamente todos los días durante las primeras semanas, pero sin sobrecargarla. Empezar a tocarla en sesiones de ±30 minutos de duración, e ir aumentado semanalmente las sesiones en incrementos de ±10 minutos. El propósito es que tanto las maderas de la gaita como la de la payuela, se vayan acostumbrando a los necesarios cambios de humedad y temperatura hasta alcanzar el máximo rendimiento del instrumento. Adquirir la rutina de controlar y gestionar la saliva que se vaya acumulando en el interior del asiento del soplete a medida que se vaya tocando. Dependiendo de la salivación de cada instrumentista, será conveniente su control en intervalos de ±20 minutos. Al terminar la sesión habrá que limpiar y secar correctamente los interiores del soplete y de su asiento. Para el reposo de la gaita usar un estuche rígido que, mínimamente, tenga forrado su interior con algún material aislante. Es más que recomendable para la protección del instrumento en el transporte y determinante para su buena conservación, ya que contribuirá a su aislamiento de las variaciones medioambientales externas.

MANTENIMIENTO Y CUIDADOS GENERALES:

Saber cuidar del instrumento es una parte esencial de aprender a tocarlo.

La

gaita

es

un

instrumento

que

al

igual

que

otros

de

la

familia

del

viento-

madera,

necesita

de

ciertos

cuidados

rutinarios

que

contribuirán

a

su

óptimo funcionamiento y máxima durabilidad.

Dos

veces

al

año,

y

en

función

de

la

intensidad

de

uso,

es

recomendable

supervisar

detenidamente

el

estado

general

de

la

gaita.

Por

fuera,

observar

el

estado

de

los

acabados

y

de

las

maderas.

Es

decir,

comprobar

que

no

hayan

aparecido

fisuras

o

torceduras.

En

caso

de

limpieza,

usar

siempre limpiadores que contengan cera, (la tarea de encerado).

En

cuanto

al

interior

de

las

piezas,

la

recomendación

está

relacionada

con

la

hidratación.

Verter

en

el

interior

de

cada

pieza

unas

gotitas

de

algún

aceite

natural,

como

por

ejemplo,

el

de

almendras,

y

extender

con

la

ayuda

del

limpiador

proporcionado.

Reducirá

la

aparición

de

grietas.

(la

tarea

de

aceitado).

PARTES DE UNA GAITA

Revisando cada pieza de la gaita

El puntero Comprobar estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. Para ello, habrá que desmontar antes la payuela, sujetándola con firmeza por debajo del freno. Nunca por las palas. El soplete Comprobar estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. Revisar el estado del roscado del tubo interior de metacrilato y del interior de la boquilla. Comprobar también el estado y buen funcionamiento de la válvula de soplete. El roncón De las tres piezas que componen el roncón, (prima, tercia y copa) comprobar el estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. Juntas tóricas Revisar el estado general de todas las que lleva la gaita. Habrá que hidratarlas con vaselina. Cada cierto tiempo hay que sustituirlas, ya que con el paso del tiempo pierden elasticidad. Asiento de puntero Comprobar su estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. En función del uso, cada cierto tiempo conviene quitar la atadura del fuelle para comprobar el estado de la madera en la base. Al ser una pieza que está en contacto con la humedad que se genera en el fuelle, es probable que acumule hongos. Asiento de soplete Esta pieza al ser desmontable y con revestimiento interior plástico solo habrá que realizar el encerado exterior si se desea. Asiento de roncón Esta pieza al ser desmontable y con revestimiento interior plástico solo habrá que realizar el encerado exterior si se desea. El fuelle Los fuelles actuales se hacen de un material sintético que se denomina gore-tex. La principal característica es que no tienen ningún tipo de mantenimiento. Especialmente, los que no incorporan cremallera estanca. Están confeccionados con tejidos de varias capas permeables y transpirables, que evacuan la humedad de su interior por el principio de ósmosis. Los fuelles que incorporen cremallera estanca, habrá que lubricarla, en función del uso, 1 o 2 veces al año. En el caso de que la gaita tocara todos los días y en sesiones muy largas, es recomendable abrir la cremallera estanca del fuelle para secar la humedad de su interior y ayudar a que desaparezca más rápidamente la condensación. Tornillos y arandelas para asientos del fuelle Al ser de un material plástico, estas piezas no tienen mantenimiento. Si acaso, en el caso del tornillo de roncón, comprobar y limpiar el tornillo que realiza la función de válvula que regula el flujo de aire en el roncón. En ambas piezas, lo único que seguramente habrá que hacer es sustituir las arandelas gomosas, que ayudan a sellar el apriete con la tela del fuelle. Con el paso del tiempo, van perdiendo densidad por la intenta compresión a las que se someten. Payuela y payón La payuela: es esa pieza esencial en la gaita que define su buena sonoridad. Su manejo es muy delicado y, por tanto, su mantenimiento exige cierto grado de experiencia y conocimiento. El payón: al ser de un material plástico y/o metálico, no tiene mantenimiento alguno. Comprobar estado y limpiar si procede. Todas estas tareas de revisión y mantenimiento no todos los clientes están dispuestos o quieren hacerlas. En esos casos, acuden al taller para que se las realicen. Ver condiciones y tarifas en la sección de Catálogo y servicios.
2023 - Gaitas ALBERTO FDEZ. Caleya de Carcedo 83, Santurio 33394 - Gijón - España  (+34) 639 82 12 03
Cuidados de la gaita
Para mantener la gaita en óptimas condiciones en el tiempo hay que intentar evitar los cambios bruscos de humedad y temperatura.

RECOMENDACIONES DE USO

Al sacar la gaita del estuche comprobar que el ajuste de todas las piezas sea el correcto. De no ser así, lubricar las juntas tóricas que lo requieran con el tubo de vaselina proporcionado. Antes de empezar a soplar, retirar toda la saliva del interior de la boca. El buen rendimiento sonoro de la gaita acabará dependiendo de ello. El uso de los nuevos filtros de sopletes diseñados en el taller, ayudarán a contener y evacuar el exceso de humedad con comodidad y rapidez. Además de contribuir a incrementar el tiempo de estabilidad de la afinación. Al terminar de tocar se debería secar la humedad que se haya acumulado tanto en el interior del soplete como de su asiento. Limpie el sudor de las partes expuestas, especialmente del puntero. Desmonte el roncón por la unión entre la prima y la tercia y recoja la gaita en el estuche. Considerar siempre las condiciones ambientales del lugar donde se vaya a tocar o donde se vaya a dejar la gaita reposar. Si se toca en exteriores, no someter el instrumento a largos periodos de exposición al sol. Y en el caso de hacerlo en interiores, no tocar ni dejar la gaita reposar cerca de cualquier tipo de fuente de calor. Si la gaita se va a tocar al aire libre hay resguardarla siempre en caso de lluvia. Los acabados externos de las maderas lo agradecerán, así como la estabilidad dimensional de las diferentes piezas del instrumento. No obstante, si se mojara habrá que secarla lo antes posible con una bayeta de microfibra o paño de algodón que no suelte pelusa. Poner especial atención a que la gaita no reciba golpes o rozaduras. Al margen de las posibles roturas, pueden contribuir a la aparición de rajas o fisuras en las maderas o adornos. No dejar nunca la gaita en el interior de un vehículo sin ser plenamente consciente del grado de temperatura que puede llegar a acumularse en su interior, en función de la época del año. Los cambios bruscos de temperatura y humedad pueden llegar a ocasionar graves desperfectos a la gaita, (fisuras, grietas, torceduras, etc.). Si hubiera que extraer el puntero de su asiento, para hacer algún ajuste en la payuela, no coger nunca por la campana, ya que podría resquebrarse. Es la pieza más delicada de la gaita, al ser muy larga y con poco grosor en la zona superior. Para hacerlo correctamente, conviene colocar una mano en el asiento, y la otra, en la parte superior del puntero, lo más cerca posible de la otra mano que está cogiendo el asiento. Recordando que en su interior, en el extremo superior del puntero está la “delicada” payuela, habrá que sacarlo muy despacio longitudinalmente y en sentido horario o antihorario. Es decir, hay que conseguir extraerlo sin que la payuela toque el interior del asiento, ya que podría dañarse. Si la gaita fuera a dejar de sonar habitualmente, es conveniente desmontar todas sus piezas, retirando incluso las juntas tóricas para que no pierdan su elasticidad. Retirar las cañas (payuela y payón), introduciéndolas en un bote opaco de tamaño apropiado, y acolchándolas en su interior, por ejemplo, con algodón. Si la gaita incorpora un fuelle de gore-tex con cremallera, abrirla para que se evapore la posible humedad restante. Por último, envolver todas las piezas -por ejemplo, en una toalla-, separándolas convenientemente, para que no se rocen entre sí, y guardar todo en el estuche. Lógicamente, el estuche deberá de almacenarse en un lugar con condiciones ambientales estables.

CONSEJOS

INICIALES

PARA

QUIEN

ESTRENA NUEVA GAITA

Tocar la gaita rutinariamente todos los días durante las primeras semanas, pero sin sobrecargarla. Empezar a tocarla en sesiones de ±30 minutos de duración, e ir aumentado semanalmente las sesiones en incrementos de ±10 minutos. El propósito es que tanto las maderas de la gaita como la de la payuela, se vayan acostumbrando a los necesarios cambios de humedad y temperatura hasta alcanzar el máximo rendimiento del instrumento. Adquirir la rutina de controlar y gestionar la saliva que se vaya acumulando en el interior del asiento del soplete a medida que se vaya tocando. Dependiendo de la salivación de cada instrumentista, será conveniente su control en intervalos de ±20 minutos. Al terminar la sesión habrá que limpiar y secar correctamente los interiores del soplete y de su asiento. Para el reposo de la gaita usar un estuche rígido que, mínimamente, tenga forrado su interior con algún material aislante. Es más que recomendable para la protección del instrumento en el transporte y determinante para su buena conservación, ya que contribuirá a su aislamiento de las variaciones medioambientales externas.

MANTENIMIENTO

Y

CUIDADOS GENERALES:

Saber

cuidar

del

instrumento

es

una

parte

esencial

de

aprender

a

tocarlo.

La

gaita

es

un

instrumento

que

al

igual

que

otros

de

la

familia

del

viento-madera,

necesita

de

ciertos

cuidados

rutinarios

que

contribuirán

a

su

óptimo

funcionamiento

y máxima durabilidad.

Dos

veces

al

año,

y

en

función

de

la

intensidad

de

uso,

es

recomendable

supervisar

detenidamente

el

estado

general

de

la

gaita.

Por

fuera,

observar

el

estado

de

los

acabados

y

de

las

maderas.

Es

decir,

comprobar

que

no

hayan

aparecido

fisuras

o

torceduras.

En

caso

de

limpieza,

usar

siempre

limpiadores

que

contengan

cera, (la tarea de encerado).

En

cuanto

al

interior

de

las

piezas,

la

recomendación

está

relacionada

con

la

hidratación.

Verter

en

el

interior

de

cada

pieza

unas

gotitas

de

algún

aceite

natural,

como

por

ejemplo,

el

de

almendras,

y

extender

con

la

ayuda

del

limpiador

proporcionado.

Reducirá

la

aparición

de

grietas.

(la

tarea de aceitado).

PARTES DE UNA GAITA

Revisando cada pieza de la gaita

El puntero Comprobar estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. Para ello, habrá que desmontar antes la payuela, sujetándola con firmeza por debajo del freno. Nunca por las palas. El soplete Comprobar estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. Revisar el estado del roscado del tubo interior de metacrilato y del interior de la boquilla. Comprobar también el estado y buen funcionamiento de la válvula de soplete. El roncón De las tres piezas que componen el roncón, (prima, tercia y copa) comprobar el estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. Juntas tóricas Revisar el estado general de todas las que lleva la gaita. Habrá que hidratarlas con vaselina. Cada cierto tiempo hay que sustituirlas, ya que con el paso del tiempo pierden elasticidad. Asiento de puntero Comprobar su estado general y realizar el aceitado del interior. Si se desea, encerar el exterior. En función del uso, cada cierto tiempo conviene quitar la atadura del fuelle para comprobar el estado de la madera en la base. Al ser una pieza que está en contacto con la humedad que se genera en el fuelle, es probable que acumule hongos. Asiento de soplete Esta pieza al ser desmontable y con revestimiento interior plástico solo habrá que realizar el encerado exterior si se desea. Asiento de roncón Esta pieza al ser desmontable y con revestimiento interior plástico solo habrá que realizar el encerado exterior si se desea. El fuelle Los fuelles actuales se hacen de un material sintético que se denomina gore-tex. La principal característica es que no tienen ningún tipo de mantenimiento. Especialmente, los que no incorporan cremallera estanca. Están confeccionados con tejidos de varias capas permeables y transpirables, que evacuan la humedad de su interior por el principio de ósmosis. Los fuelles que incorporen cremallera estanca, habrá que lubricarla, en función del uso, 1 o 2 veces al año. En el caso de que la gaita tocara todos los días y en sesiones muy largas, es recomendable abrir la cremallera estanca del fuelle para secar la humedad de su interior y ayudar a que desaparezca más rápidamente la condensación. Tornillos y arandelas para asientos del fuelle Al ser de un material plástico, estas piezas no tienen mantenimiento. Si acaso, en el caso del tornillo de roncón, comprobar y limpiar el tornillo que realiza la función de válvula que regula el flujo de aire en el roncón. En ambas piezas, lo único que seguramente habrá que hacer es sustituir las arandelas gomosas, que ayudan a sellar el apriete con la tela del fuelle. Con el paso del tiempo, van perdiendo densidad por la intenta compresión a las que se someten. Payuela y payón La payuela: es esa pieza esencial en la gaita que define su buena sonoridad. Su manejo es muy delicado y, por tanto, su mantenimiento exige cierto grado de experiencia y conocimiento. El payón: al ser de un material plástico y/o metálico, no tiene mantenimiento alguno. Comprobar estado y limpiar si procede. Todas estas tareas de revisión y mantenimiento no todos los clientes están dispuestos o quieren hacerlas. En esos casos, acuden al taller para que se las realicen. Ver condiciones y tarifas en la sección de Catálogo y servicios.
Caleya de Carcedo 83, Santurio 33394 - Gijón - España  (+34) 639 82 12 03